Sueños.....en blanco
Anoche sentí ese sudor frío que a la vez es caliente, indescriptible, fuego y nieve el todo en uno, cada día suspirar, no, respirar es un dolor que trae en el fondo un éxtasis; mi habitación es de color blanco, como leche, no, no es así, no es líquido, no es gaseoso, no es nada, insípido solo eso.
Después de aquello nada es igual el espejo no refleja el dulce rostro de aquella jovencita tierna y blanda, retrata lo que ahora es el reflejo de un rostro duro, para nada cargado de sutilezas.
Las sábanas suaves son caricias en una piel destinada a sentir aun no quiera, la cama es tan baja, como Carmen mi vecina, aquella que lleva una vida entera de sacrificios, sin diversión, nunca tiene tiempo para ella, Carmen es feliz por las acciones de otros...sin querer se ha tornado en un ser insípido como el blanco de mi habitación.
A veces así son mis sueños, otras no, a veces muy pocas, tienen colores, luces, risas fuego, viento, hasta pecados, de todo, como en las viñas del Señor; hablando de Señores el que me trajo hasta aquí se llama, Raúl, es Doctor, Psiquiatra para hablar de especialidades, como el otorrinolaringólogo, o como el cardiólogo, que trata los asuntos del corazón y muchas veces del amor no sabe nada.
Aquí estoy bien me traen comida, ropas, jabón, una vieja loción que huele a las Señoritas de antes cuando iban los domingos a misa, de vez en cuando un dulce....bizcocho blando que recuerda el pudín de la seño Ana, mi vieja amiga y quien fue la única abuela dulce que tuve.
Ana era tan inocente que era ya una anciana y murió con la idea que los hijos se tenían solo de una mujer dormir con un hombre, partió del mundo y no llego a conocer las delicias de un amor furtivo ni de un beso… aun fugaz, recuerdo los vestidos de gabardina y de guinga que se ponía en especial un amarillo de cuello en V y unos botones grandes en la parte superior, donde esté que Dios la bendiga, pues estoy segura que si lo del cielo en que algunos creen es cierto ella está muy cerca de él.
En cuanto a mí, quizás no esté mucho tiempo aquí, tal vez cuando mis sueños sean blancos, blandos e insípidos ya no esté más en este lugar
Eldris Carolina González
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